Cuando buscamos un monitor nuevo, solemos fijarnos en el tamaño de la pantalla, la tasa de refresco, la conectividad o el diseño. Sin embargo, hay un detalle que pasa desapercibido y que puede cambiar por completo la experiencia de uso: si la pantalla es mate o brillante. De acuerdo con Juan See, Product Director de IT e ID en LG Electronics Colombia, el acabado de la pantalla influye directamente en la comodidad visual, la productividad y hasta en la salud de nuestros ojos. Elegir mal puede provocar cansancio visual, frustración e incluso problemas de salud a largo plazo. Por eso, antes de comprar, conviene analizar las características de cada tipo de pantalla para asegurarse de que se adapten a nuestro entorno y a la forma en que usamos el computador.
El primer aspecto a considerar es la iluminación del lugar donde estará el monitor. Si el espacio tiene ventanas grandes, luz directa o lámparas potentes, es probable que aparezcan reflejos en la pantalla que dificulten la visualización. Para estas situaciones, los expertos recomiendan un monitor con pantalla mate, que reduce el deslumbramiento y permite trabajar o jugar cómodamente en cualquier momento del día. Por el contrario, si puedes controlar la iluminación o usas el computador principalmente en la noche, una pantalla brillante puede ser la mejor opción.
Estas pantallas destacan por ofrecer colores más vivos, mayor contraste y negros más profundos, algo muy valorado para quienes disfrutan de películas, series o edición de imágenes. En el caso de los monitores curvos, lo ideal es que tengan acabado mate para evitar reflejos que puedan romper la sensación de inmersión, especialmente si eres aficionado a los videojuegos competitivos o a los títulos con gráficos detallados. Modelos como los LG UltraGear 32GS60QC y 27GS60QC integran tecnologías como HDR10 y resolución QHD, lo que garantiza imágenes nítidas y colores impactantes sin comprometer la comodidad visual.
Otro factor clave es la salud de los ojos, especialmente si pasas muchas horas frente al monitor. Las pantallas mate son ideales para jornadas prolongadas porque minimizan la fatiga ocular, reducen los dolores de cabeza y disminuyen la sequedad visual. Además, marcas como LG incorporan funciones de cuidado de la vista en sus monitores, como el modo de lectura y la tecnología FlickerSafe, que ajusta automáticamente la temperatura de color y elimina el parpadeo invisible de la pantalla.
Estas funciones son perfectas para quienes leen documentos, programan o estudian en línea, ya que evitan el cansancio visual al final del día. Invertir en un monitor que cuide la salud ocular no solo mejora el bienestar diario, sino que también ayuda a mantener la productividad en niveles óptimos, evitando interrupciones por fatiga.
Por último, piensa en el uso principal que le darás al monitor. Si trabajas con texto, planillas o código, o si eres gamer competitivo, la pantalla mate es la opción más práctica para concentrarte sin distracciones causadas por reflejos. Pero si tu prioridad es disfrutar de contenido multimedia, editar videos o trabajar con fotografía en un entorno con luz controlada, la pantalla brillante te ofrecerá una experiencia más vibrante y detallada. Al evaluar estas tres variables —iluminación del espacio, confort para tus ojos y tipo de uso— podrás elegir el monitor que mejor se adapte a tus necesidades. Así garantizarás no solo una imagen de alta calidad, sino también una experiencia cómoda y saludable para tu vista.









