En los últimos meses, un nuevo tipo de fraude digital ha comenzado a propagarse en internet: falsos médicos y clínicas utilizan inteligencia artificial y tecnología deepfake para vender medicamentos falsificados. Estas estafas, que combinan ingeniería social y manipulación visual, buscan engañar tanto a pacientes como a profesionales de la salud, poniendo en peligro la vida de quienes confían en sus supuestas recomendaciones.
Según Check Point Research, desde enero de 2025 se han detectado cientos de páginas falsas y anuncios en redes sociales que imitan consultorios médicos y promocionan productos como PEAKA GLP-1 Slimming Pearls, presentados falsamente como equivalentes a fármacos aprobados por la FDA, como Ozempic o Wegovy. Los delincuentes incluso crean videos con rostros y voces de doctores reconocidos, logrando un nivel de realismo que confunde a miles de usuarios cada día.
Estas campañas fraudulentas forman parte de una red criminal organizada que opera a nivel global. Investigaciones recientes revelan que los sitios web involucrados comparten servidores, plantillas y sistemas de pago, lo que demuestra que los estafadores utilizan “kits de fraude” diseñados para montar clínicas falsas en cuestión de horas. Además, la mayoría de las imágenes y perfiles utilizados son generados por IA, lo que dificulta distinguir lo real de lo fabricado.
El impacto de estas estafas va más allá del dinero perdido. Muchos usuarios terminan consumiendo sustancias no reguladas o inertes, con graves consecuencias para su salud. Expertos en ciberseguridad y organismos sanitarios instan a verificar siempre la autenticidad de las farmacias y desconfiar de anuncios en redes sociales que prometen resultados rápidos o descuentos agresivos. En la era de la inteligencia artificial, la mejor medicina sigue siendo la información.








