En la vasta saga de DOOM, id Software ha sido un pionero, llevando la experiencia de combate frenético a nuevas alturas con cada entrega. DOOM: The Dark Ages no es solo una precuela de la exitosa saga moderna de DOOM, sino que también reimagina el universo del Doom Slayer en un entorno medieval oscuro y brutal. En lugar de las futuristas bases espaciales y tecnología avanzada, este título nos transporta a un pasado remoto, donde la guerra contra el infierno no se libra con armas de alta tecnología, sino con acero, escudos y magia primitiva. Pero, ¿cómo se compara con los otros títulos de la saga? ¿Logra mantenerse fiel a la esencia de DOOM mientras introduce nuevos elementos? Aquí te contamos todo lo que necesitas saber.

Jugabilidad y mecánicas

La jugabilidad de DOOM: The Dark Ages sigue la fórmula que ha definido a la franquicia: combates rápidos, agresivos y sangrientos, pero con un enfoque diferente. En esta entrega, el Doom Slayer no es el ágil soldado futurista de DOOM Eternal. En cambio, es un guerrero pesado, una máquina de guerra que avanza con fuerza contenida, pero sin perder la brutalidad. El control se siente más deliberado, y cada ataque tiene un peso considerable. El jugador debe adaptarse a un estilo más táctico, que exige precisión, pero sin sacrificar el ritmo rápido que caracteriza a la saga.

El nuevo escudo-sierra se erige como el arma estrella. Este objeto es a la vez defensivo y ofensivo, permitiendo al jugador bloquear ataques y realizar parrys a proyectiles enemigos, lo que se convierte en una parte esencial de la jugabilidad. Además, se puede usar como un disco cortante que rebota entre los enemigos, proporcionando un sinfín de opciones para enfrentar a los demonios. Los glory kills, esos gloriosos momentos de ejecución brutal, siguen siendo una parte esencial del combate, pero han sido refinados para mantener el flujo sin interrumpirlo por animaciones largas.

La variedad de armas y herramientas disponibles es otro de los pilares de la experiencia. Desde la superescopeta hasta nuevas incorporaciones como la maza o el guante potenciador, cada arma tiene variantes que se adaptan a distintos estilos de juego. La posibilidad de experimentar con diferentes combinaciones de armas y tácticas mantiene la jugabilidad fresca, permitiendo al jugador encontrar su propio estilo mientras combate a hordas de enemigos infernales.

El combate y la evolución de la fórmula

A pesar de que DOOM: The Dark Ages mantiene el núcleo de la saga con combates frenéticos, también ofrece una nueva capa de estrategia que va más allá de los enfrentamientos directos. Los enemigos no solo son una masa homogénea de demonios, sino que cada uno presenta una amenaza única, forzando al jugador a adaptarse constantemente. Algunos enemigos requieren precisión quirúrgica, otros exigen movilidad extrema o el uso inteligente del entorno. Además, se han introducido mecánicas como el parry, que permite al jugador bloquear o incluso lanzar los ataques enemigos de regreso en el momento justo, añadiendo otra capa de complejidad al combate.

Otro aspecto que se ha mejorado es la estructura de los niveles. Si bien aún existen áreas cerradas, al estilo de «arena», DOOM: The Dark Ages introduce mapas más abiertos, semiabiertos y con objetivos repartidos por extensas áreas. La exploración es ahora más gratificante, con secretos, coleccionables y desafíos adicionales que fomentan la rejugabilidad. Los niveles están llenos de caminos ocultos y acertijos que recompensan a los jugadores que buscan algo más que el combate directo.

Conexión con otros títulos de la saga

A pesar de ser una precuela que remonta sus raíces a una época medieval y fantástica, DOOM: The Dark Ages mantiene ciertos hilos de conexión con los juegos anteriores de la saga. El concepto de los Maykrs y la relación entre los demonios y los humanos sigue presente, aunque en un contexto histórico diferente. El Doom Slayer, aunque reimaginado, sigue siendo la misma figura icónica, un guerrero imparable en la lucha contra el mal. Sin embargo, el cambio en su enfoque y en su arsenal refleja una transición hacia un estilo más medieval, dejando atrás las armas de alta tecnología por un conjunto de herramientas más primitivas pero igualmente devastadoras.

La narrativa se presenta de forma directa, con cinemáticas que proporcionan contexto y estilo sin profundizar demasiado en el lore. La historia, aunque no es el foco principal, sirve como una base para el diseño artístico y la acción. El conflicto eterno entre los humanos, los demonios y las fuerzas superiores se desarrolla en un mundo al borde del colapso, donde la destrucción y el caos parecen ser los únicos dioses.

Diseño visual y sonoro

Uno de los aspectos más destacados de DOOM: The Dark Ages es su diseño artístico. La estética medieval se fusiona a la perfección con los elementos sobrenaturales, creando un universo oscuro y gótico lleno de castillos en ruinas, cielos tormentosos y portales infernales. Cada nivel está cuidadosamente diseñado para reflejar el caos primitivo de este mundo, utilizando una iluminación excepcional y detalles que refuerzan la atmósfera desoladora y épica.

En cuanto al apartado sonoro, DOOM: The Dark Ages mantiene la tradición de la saga al ofrecer una banda sonora poderosa y brutal, que acompaña cada enfrentamiento con guitarras eléctricas y percusión intensa. Los efectos de sonido, desde el retumbar de la superescopeta hasta el chirrido del escudo-sierra, aumentan la sensación de violencia y caos. Además, el juego está totalmente doblado al castellano, lo que permite una inmersión total en su universo.

Recepción de la crítica y la comunidad

La recepción de DOOM: The Dark Ages ha sido generalmente positiva, con elogios a su enfoque fresco y a la capacidad de mantener la esencia de la saga mientras introduce innovaciones interesantes. Los jugadores han apreciado el ritmo del combate y la complejidad añadida a través de las nuevas mecánicas, como el escudo-sierra y el parry. Sin embargo, algunos han señalado que el diseño de niveles podría haber sido más claro en ciertas áreas, y que algunas secciones secundarias, como las batallas aéreas con el dragón, aunque visualmente impresionantes, no aportan tanta profundidad al juego.

Conclusión

DOOM: The Dark Ages es una reinvención valiente y brutal de la saga DOOM, que nos transporta a una era medieval plagada de demonios y horrores sobrenaturales. Aunque mantiene la esencia de los juegos anteriores, introduce una serie de cambios que le dan una identidad propia, desde su combate más táctico y pesado hasta su ambientación gótica y primitiva. Sin perder la brutalidad que caracteriza a la franquicia, este juego ofrece una experiencia fresca, desafiante y llena de acción que seguramente hará las delicias de los fans. Sin lugar a dudas, DOOM: The Dark Ages es un digno sucesor que expande el universo de DOOM a nuevas y emocionantes direcciones.

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