El debut de ChatGPT Atlas, el navegador de OpenAI que mezcla navegación e inteligencia artificial en una sola experiencia, ha despertado curiosidad en el mundo tecnológico. Su propuesta es simple: hacer más fáciles las búsquedas y acelerar tareas diarias. Sin embargo, especialistas advierten que esta innovación aún plantea retos importantes en privacidad y manejo de datos.
José Amado, gerente de identidades digitales en SISAP, señala que herramientas como ChatGPT y Gemini ya están cambiando la forma en que buscamos información, pues ofrecen respuestas resumidas y referencias sin necesidad de abrir varias pestañas. Esto ha reducido el uso de buscadores tradicionales y transformado los hábitos digitales de millones de usuarios.
A pesar de sus beneficios, expertos en ciberseguridad apuntan a riesgos que no deben ignorarse. Firmas del sector han identificado vulnerabilidades que podrían permitir que la IA sea manipulada para ejecutar acciones no deseadas o acceder a datos sensibles. Además, su función de memoria —capaz de conservar instrucciones anteriores— podría guardar información sin que el usuario lo note, aumentando el riesgo de exposición.
El panorama se complica porque Atlas aún está en una etapa temprana y no cuenta con sistemas robustos de seguridad ni validación de identidad. Por ello, se recomienda evitar transacciones bancarias, uso de contraseñas o ingreso a portales corporativos. De hecho, aunque Atlas no permite acceder a servicios financieros, Amado sugiere no intentarlo, pues el simple acceso podría comprometer información personal.
