A Pizza Delivery es una propuesta audaz del estudio Dolores Entertainment (y el desarrollador Eric Osuna) que toma la aparentemente inocente premisa de “entregar una pizza” y la transforma en un paseo onírico, tan melancólico como bello. En su versión de noviembre de 2025, disponible para PC, PS5 y Xbox Series X|S, el juego nos pone en el papel de “B”, una repartidora que debe hacer un último encargo en un “no-lugar” cargado de simbolismo.

Historia y ambientación

Nunca fue sólo una pizza; desde los primeros minutos se hace evidente que el escenario donde transcurre la entrega no es una ciudad convencional sino una realidad distorsionada, un puente entre memorias, silencios y ausencias. B recorre carreteras vacías, casas solitarias, luces que no iluminan del todo y personajes que sólo aceptan conversar si compartes con ellos una porción de pizza. Esa mecánica simbólica: repartir para conectar, lo convierte en metáfora de la soledad, la esperanza y la necesidad de otorgar algo para recibir algo a cambio.

La narrativa no se impone: no hay explicaciones completas, grandes diálogos ni cintas de vídeo interminables. Se trata de conducir, detenerse, contemplar, resolver pequeños puzles, hablar. Muchas reseñas señalan que parte de su fuerza reside en lo que no dice, en los silencios que quedan entre escenas.

Jugabilidad: conducción, exploración y puzles ligeros

El núcleo del gameplay se divide en tres bloques: el viaje en scooter de B por paisajes que cambian, la interacción con personajes mediante entrega de pizza y la resolución de puzles ambientales mínimos. Conducir la moto actúa como un interludio meditativo; B anticipo / anticipa que el trayecto puede servir para pensar, quizá para evadir, quizá para recordar. Pero aquí radica también su mayor problema: algunos tramos se sienten demasiado largos o vagamente dirigidos.

Los puzles son simples: palancas, interruptores, cintas transportadoras, llaves, puertas. No buscan desafiar la mente, sino acompañarla. Como describe una reseña: “Los puzles son parte esencial… pero no ofrecen mucha orientación”.

La entrega de pizza funciona como una interacción simbólica: cada personaje que acepta una porción se abre, revela algo de su mundo interior, de su memoria o de su pérdida. Este gesto sencillo aporta peso emocional y convierte cada encuentro en un momento de reflexión breve pero significativo.

Rendimiento técnico y apartado visual

En lo técnico, A Pizza Delivery cumple de forma modesta pero digna. Según especificaciones, en PC requiere un procesador de 64 bits, 6 GB de RAM mínimos y tarjeta gráfica modesta. Los análisis reportan que se mueve correctamente en máquinas de gama media, pero que hay momentos de caída de cuadros o rigidez en la conducción.

Visualmente el juego opta por una estética discreta, hasta minimalista. Los escenarios evocan mundos de transición: casas aisladas, vallas que no conducen a ninguna parte, cielos vacíos. Esa “fealdad hermosa” le otorga carácter, aunque algunos tramos resultan demasiado vacíos o poco detallados para un juego del 2025.

La conducción de la scooter tiene carisma, pero múltiples reseñas señalan que los controles se sienten tos­cos en ocasiones, que la cámara no siempre acompaña o que el manejo no es tan fluido como debería para que esos trayectos prolongados resulten cómodos.

Música, sonido y ambientación sonora

Aquí el juego destaca: la banda sonora es discreta pero efectiva, acomodándose al tono introspectivo de la aventura. Los momentos de conducción están acompañados por temas suaves, instrumentos que crean atmósferas, pausas que invitan a pensar. Los efectos de sonido –la moto, la lluvia, los pasos– suman a la inmersión en ese limbo emocional. Las voces y el doblaje en español están presentes y cumplen. Algunas críticas apuntan a que la música no deja temas memorables, pero sí el acompañamiento adecuado.

Aspectos destacados y debilidades

Fortalezas

  • Una ambientación poderosa: mundo surreal que transmite soledad, extrañeza y melancolía.
  • Un concepto simbólico atractivo: repartir pizza, conectar, escuchar historias breves.
  • Duración ajustada: ideal para experiencia reflexiva, sin alargamientos innecesarios.

Debilidades

  • Jugabilidad poco profunda: los puzles y la conducción se repiten y no ofrecen gran desafío.
  • Ritmo irregular: tramos contemplativos muy largos, o kilómetros de scooter que pueden parecer vacíos.
  • Problemas técnicos menores: controles poco refinados, ocasionales bajones de fps.
  • Instalación narrativa: algunos jugadores pueden sentirse desconectados por la fluidez fragmentaria.

Veredicto final

A Pizza Delivery es una obra independiente valiente que apuesta por la reflexión antes que por el espectáculo. No busca llenar la pantalla de acción o alardes técnicos: quiere que te detengas, observes, compartas un trozo de pizza metafórico y pienses. En ese sentido, lo consigue con creces. Sin embargo, para quienes esperen mecánicas profundas, desafíos intensos o narrativas más convencionales, puede quedarse corto. Le otorgo una calificación de 7,5 / 10. Es recomendable para jugadores que disfruten del slow gaming, de la contemplación, de las experiencias que maduran después de jugar.

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